Una joya histórica entre las colinas de Portland
Elevada entre los bosques del West Hills, con vistas a toda la ciudad de Portland y al majestuoso Monte Hood, Pittock Mansion es una de las joyas patrimoniales más fascinantes del estado de Oregon. Más que una mansión, es un puente directo al pasado: al espíritu pionero, a la elegancia de principios del siglo XX y a la historia de una ciudad que comenzaba a definirse.
Fue construida en 1914 como residencia privada de Henry Pittock, un inmigrante británico que llegó a Oregón a pie con una caravana a los 19 años y terminó siendo editor y propietario del periódico The Oregonian. Pittock, visionario, empresario y amante de la naturaleza, encargó esta mansión como símbolo de su éxito y como regalo para su esposa, Georgiana, apasionada por el jardín y la vida familiar. Ella, además, fue una figura clave en la filantropía local y el desarrollo de clubes cívicos en la ciudad.
La construcción duró varios años y fue una obra de modernidad. Incluía adelantos técnicos poco comunes para la época, como calefacción central, electricidad en toda la casa, duchas con chorros múltiples, un intercomunicador interno, ascensor hidráulico y ventanas especialmente diseñadas para soportar las lluvias del Pacífico Noroeste.
Hoy, Pittock Mansion es un museo histórico y un lugar que cuenta la historia no solo de una familia, sino de Portland en sí misma.
Qué puedes ver en el museo
Al visitar Pittock Mansion, podrás explorar salones, bibliotecas y dormitorios decorados con muebles originales que reflejan el refinado gusto de la alta sociedad de principios del siglo XX. Las chimeneas de mármol, las lámparas de cristal y la elegante tapicería hacen que cada espacio cuente una historia.
Además, las cocinas y áreas de servicio están equipadas con utensilios, estufas y vajillas originales, ofreciendo una ventana al día a día tanto de la familia Pittock como del personal que les atendía. Entre los objetos personales y fotografías que se exhiben, destacan retratos familiares, correspondencia antigua, instrumentos musicales y prendas de la época, que transportan al visitante a otra época.
El museo también alberga exposiciones temporales que abordan temas variados como la historia local, el papel de la mujer en la sociedad, el desarrollo tecnológico en el hogar y la evolución de la prensa local, ofreciendo una narrativa completa y envolvente.
Un lugar donde la historia se encuentra con la naturaleza
Más allá del interior, los jardines y la localización de la mansión son por sí solos motivo suficiente para la visita. Rodeada de bosques, flores silvestres y aves, ofrece una de las vistas panorámicas más espectaculares de todo Portland. Desde su terraza puedes ver la ciudad entera extendiéndose hasta el horizonte, con el Monte Hood coronando el fondo como en una postal.
Pittock Mansion no es solo un museo o una mansión elegante. Es un símbolo del espíritu pionero, del ingenio y del amor por la belleza que definieron a una ciudad. Un viaje en el tiempo, pero también un momento de calma, historia y asombro natural.